Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

domingo, 29 de septiembre de 2013

JUANFRAN MOLINA, Granada


El gato más silencioso que conozco


Mientras te hablo
persigue el olvido mi voz,
en carrera pactada
con el tiempo:
el gato más silencioso que conozco.
Ese calmoso silente que va esparciendo
la ceniza acuosa que adormece nuestros pasos.
Pero, antes de que mi voz sea enterrada
entre la hojarasca de voces
que redundan,
vuelan y adornan,
quisiera poder escribirte
algo que nunca hayas escuchado;
quisiera servirte,
dejar de morder el aire.

Conformar, por fin, el poema percutor
que explota en mi pensamiento

El terror enturbia la blanca espuma,
loco de miedo y odio
hacia la libertad,
como un caballo iracundo
entre el oleaje de la vida.
Arranca cada vez algo
que no se podrá recuperar;
siega latidos e ilusiones:
esa luz que desboca al asesino.

Todo cambia, todo crece
todo brilla, todo florece
menos tú.
El mal nunca se desmenuza
entre los dedos del bien
simplemente se aleja un poco para volver
como un perro rabioso
a la primera llamada.
Todos opinan
mientras persiste el círculo negro
en el que nadie entra.

Quiero que salga fuego de mi voz
para envolverte
y sacarte de allí.
Apretar fuertemente tus manos,
romper distancias,
levantar murallas de dignidad.
Tener poder y no ser tan débil,
tan voluble como soy.

Los trenes de la justicia
van y vienen
ruidosos sobre nuestras cabezas
para jamás detenerse en el lugar adecuado

Leo para ti aquí de pie
con voz ajada y amarga
minutos antes del olvido de mis palabras
sintiéndome la tenue excusa del silencio.

Nuestra cobardía nos corrompe,
nuestra corrupción nos envilece,
nuestra lenta podredumbre nos absorbe.
Pero los espejos aún esconden nuestro deterioro.

Todo da vueltas sin asidero
dentro de la burbuja del tiempo,
ese presente fugaz
tan rápidamente pasado.
Allí te oigo reír,
te siento respirar,
entonces algo se detiene
y se me clava el frío de tu ausencia.
Miro hacia adentro.
Callo,
sin saber qué decir
y es terrible.
Y soy otro opinador entrecortado,
otro espectador distraído más
del dolor y el sufrimiento.

La tragedia nos mira fijamente
desde inmensas ojeras
labradas por preguntas sin respuesta,
endurecidas de mantener vivo el recuerdo
entre tormentas de impunidad.
De soportar la insoportable normalidad del vacío,

la muda crueldad del prójimo.

Encubrimiento
dejadez
manipulación
mentira
ocultación
prejuicio…

Odiosas palabras,
escupitajos de injusticia
en nuestra cara.
Sustantivos que se agolpan
acerbos en mi garganta.
Y siento asco y hastío
de masticarlos
para reproducirlos una vez más
desde un hilo de voz
que me avergüenza.

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