Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

jueves, 26 de septiembre de 2013

ENRIQUE ADONIS, Ecatepec, México


Los enamorados se abrazan
 
El abrazo no terminaba, era lo que él más anhelaba en la vida.
Afortunadamente lo consiguió, apretó con fuerza y cariño sus brazos
alrededor de ella, sembró besos en toda su cara y mientras el abrazo
duró no abrió los ojos, sólo sonreía con entera satisfacción. Él
pensaba que ella le correspondía al no rechazarlo como veces
anteriores lo hizo.
Con los ojos cerrados imaginó su vida junto a ella, llenándola de
regalos y maravillas, escribiéndole poemas y canciones, pensó que
llegarían juntos a la vejez [un crujido]. Notó que ella intentaba
decirle algo y acercó su oído a la boca más dulce del mundo, [n...o, no]
fingió no escuchar y apretó más fuerte. Frenó sus palabras estrujando
sus labios contra los de ella [basta].
Sintió en su piel la respuesta que se había tardado en llegar, las
manos de ella acariciaban con fuerza sus brazos [una uña levantada...
sangre de ambos]. Él correspondió abrazando con más fuerza [otro
crujido] [n..o quiero] . Él abrió sus ojos, quitó la venda que tapaba
los de ella, encontró lo que esperaba encontrar: la mirada fija de
ella clavada en la suya, besó de nuevo sus labios [morados] y terminó
el abrazo.
--El jefe terminó, se la pueden llevar.
Dijo una voz desde el otro lado de la puerta.

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