Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

martes, 31 de julio de 2012

LETICIA QUEMADA. (México) Alcalá de Henares

El quinto jinete.

Las fauces de la bestia se abren voraces,
llega el quinto jinete: la violencia.

Echo de menos, las noches sin miedo,
los días de no llorar al secuestrado,
el diezmo dominical no alcanzó,
para pagar la recompensa.

Mi México raptado por los criminales,
cercenados ya tus dedos y tus orejas,
entregados en un sobre a tu pueblo.

Cuerpos sin cabeza, políticos sin cerebro.

Su lengua amputaron, sus labios cosieron,
y la libertad guardo sepulcral silencio.

¡No más femicidio, gritan las madres en Ciudad Juárez!,
y en el desierto, las cruces de color de rosa,
dan testimonio callado de vuestra ausencia;
ahí quedó la palabra dignidad, junto a un zapato,
un jirón de ropa, un mechón de pelo,
todo se lo lleva el viento.

No quiero escribir de tragedias,
que de mis dedos salgan palomas.
y de mis labios mariposas.

Pero las imágenes han entrado por mis oídos,
por mi piel, por mi boca;
y recorren mi cerebro,
como el zumbido de un enjambre.

La vergüenza, sigue echando raíces.

¡Hasta las han privado, del consuelo,
de dar sepultura a vuestras hijas muertas!
la tortura que viviste en las últimas horas de tu vida,
se columpia en mi mente,
recoge flores marchitas de mi imaginación.

No quiero que de mi boca salgan tarántulas,
ni me mis dedos serpientes,
pero la violencia entro en mis ojos,
y violó la infantil esperanza de un mundo mejor.

Caras sin rostro, ojos sin luz, bocas sin palabras,
las lágrimas no alcanzan.

Acaricias las palabras dignidad y justicia,
como algo viejo y gastado.

El pueblo aprende vocablos nuevos,
pues los que existen no son suficientes
para describir los horrores de la violencia
y el crimen más que organizado.

Impunidad, bien que la has experimentado,
¡Una cruz más, más de mil quinientas, ni una muerta más!
¡No más Femicidio! ¡No más violencia!

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